21 julio 2012

PARTE II - MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO

Al fallecimiento de Mausolo, su esposa Artemisa II asumió el gobierno de la provincia de Caria, y mandó construir una tumba monumental para su fallecido esposo, el proyecto concebido por Artemisia II, esposa y hermana de Mausolo fue construido hacia 353 a.C. y situado en la ciudad griega de Halicarnaso, antigua ciudad de Caria actual Bodrum(SO de Turquía).

Encargó la obra a los arquitectos Sátiros y Piteos, quienes edificaron una base rectangular de 33 por 39 metros de ladrillos revestida con placas de mármol provenientes de las islas Proconesias del mar de Mármara, llamado Propontis por los griegos, sobre la que asentaron 117 columnas de estilo jónico en doble hilera, que sostenían el techo de forma de pirámide escalonada.




En la ornamentación de la tumba, tanto en el esculpido de relieves como en la confección de estatuas, trabajaron los mejores escultores del mundo griego de la época: Briaxis, Timoteo, Leucastes y el famoso Escopas de Paros, dejaron su huella en la magnífica obra, confeccionando, además de los relieves, más de 400 estatuas para ser incluidas en la edificación; muchos de los relieves tienen como tema a las Amazonas. En la cúspide del techo piramidal, se colocó una estatua de una cuadriga (carro de combate tirado por cuatro caballos), de lo que sobreviven en museos algunos caballos. La edificación completa llegaba a los impresionantes 50 metros de altura.
La obra fue finalizada en el 350 a.C., tres años después de la muerte de Mausolo y un año después de Artemisa.

Sin embargo, pocos fueron los que consiguieron disfrutar de la vista de esta maravilla, ya que es la de menos duración de todas. Dieciséis años después de su finalización, Alejandro Magno llega a la ciudad en su campaña contra el imperio Persa tal vez influenciado por la traición de Mausolo a las ciudades griegas en su rebelión contra los persas, destruyó la ciudad y con ella al Mausoleo.
Soportó las invasiones de los bárbaros y los árabes, pero, finalmente, fue destruido por un terremoto en el año 1,404 d.C.
Los materiales de las ruinas fueron empleados en la construcción del castillo de San Pedro de Halicarnaso por parte de la Orden de los Caballeros de San Juan en el siglo XIV.

Plinio el Viejo, sobre el Mausoleo dice “Antes de que su tarea fuera completada la reina Artemisia murió. Los cuatro escultores no abandonaron su trabajo, sin embargo, hasta que no lo finalizaron, considerando que la obra era tanto un memorial de la pareja gobernante de Halicarnaso como de su propia pericia escultórica. Y hasta ahora, está por decidir cuál de las dos representaciones es más poderosa“.

En el año 304 a. C. una flota enviada por Ptolomeo I, aliado de Rodas, hizo huir precipitadamente a Demetrio, quien abandonó la mayor parte de su armamento de asedio.

Para celebrar su victoria, los rodios decidieron que Cares de Lindosnativo de la isla, y discípulo del célebre Lisipo, quien había esculpido en Tarento una estatua de bronce de Zeus de unos 22 metros de altura― construyera una estatua gigantesca al dios Helios, protector de la ciudad. Le preguntaron al escultor cuánto costaría una estatua de 15 metros de altura; cuando les respondió, le preguntaron cuánto costaría una estatua del doble de altura. Él respondió que el doble, y los rodios firmaron el contrato. Cares no tuvo presente que al doblar la altura, necesitaría ocho veces más materiales. Esto lo llevó a la bancarrota y el suicidio. El coloso de Rodas fue terminado por Laques (también de la aldea rodiana de Lindos) en el 292 a. C.


Ubicado a la entrada del puerto de la ciudad de Rodas en la isla de Rodas, Cares construyó la estatua sobre una base de mármol blanco de 15 metros, con un armazón construido en hierro sobre el que colocó placas de bronce con la forma definitiva. Las placas de bronce fueron hechas fundiendo el metal y volcándolo sobre molduras de terracota. La enorme figura alcanzó, una vez finalizada, la altura de 32 metros, altura similar a la alcanzada en la construcción de la estatua de la Libertad de Nueva York.




La imagen tenía rayos sobre su cabeza y una antorcha en su mano. Según algunas crónicas, una hoguera se encendía en la cabeza del dios, por lo que hacía las veces de faro.

Según el historiador bizantino Filón, se emplearon 13 toneladas de bronce y 7 toneladas de hierro. Algunos historiadores dicen que el peso total del Coloso era de 70 toneladas.
Doce años tardaron en terminarla y costó 300 talentos, que se consiguieron de las máquinas de guerra abandonadas por el rey Demetrio en el asedio de Rodas.


En el 225 a.C., 66 años después de su construcción, un terremoto destruyó parcialmente la estatua, los habitantes de Rodas decidieron dejarla acostada en el mismo lugar donde cayó por seguir el designio de un oráculo. Y así quedaron los restos de la estatua durante novecientos años aproximadamente. En el 635 d.C., una expedición árabe tomó los restos de la estatua como botín y los vendió en Siria.
Un judío de Edesa compró el bronce y dijo haber necesitado 900 camellos para cargarlo.
La zona del puerto de Alejandría es una zona llana y exenta de referencias visuales para los navegantes; es además, muy frecuente la aparición de nieblas, lo que hacía riesgosa la navegación. Para garantizar el libre y fácil acceso de las embarcaciones con valiosos cargamentos, el puerto de Alejandría necesitaba un faro. Ptolomeo II ordenó su construcción en la isla de Paros o Pharos (de ahí la denominación que reciben estas edificaciones). Además se pensó construirlo de forma que impresionara a los visitantes desde su llegada.

 




Para asegurar la monumentalidad de la obra, se encargó la obra al arquitecto Sóstrato de Cnido, quien inició las obras en el 279 a.C. Debido a que se encontraría situado en una pequeña isla, era necesario que se hiciera el basamento en un material resistente a la corrosión del agua de mar, para lo que se habrían empleado grandes bloques de vidrio. Según los relatos, el faro se componía de tres estructuras ensambladas. La primera, una base de planta cuadrangular, seguida de una segunda estructura de base octogonal, y encima, una de planta circular. Sobre esta última planta, se habría colocado una estatua de Zeus. La construcción habría sido hecha en piedra y revestida con bloques de mármol unidos entre sí con plomo fundido.
En la parte superior, se instalaron un sistema de espejos para dirigir la luz solar hacia el mar. Por las noches se encendía una gran hoguera con madera y resina.


Según los escritos que detallan el fin de la magnífica obra, se cita que un terremoto acaecido en el 796 d.C. habría hecho caer el piso superior. Posteriores movimientos sísmicos, sobre todo el gran terremoto de 1,303 y el de 1,313 d.C, habrían inutilizado la estructura del edificio para el fin que había sido construido.

En el 1477, el Sultán Qaitbey ordenó emplear los restos para construir una pequeña fortaleza para mejorar las defensas del puerto.
Recién en 1968, con la aparición de la arqueología submarina, se encontraron los restos del faro sumergidos en la entrada del puerto.


La Puerta de Istar o Ishtar en las murallas de Babilonia.
Era originalmente una de las 8 puertas monumentales (14 metros de altura por 10 de ancho) de la muralla interior de Babilonia, a través de la cual se accedía al templo de Marduk. El nombre de Istar lo recibe de la diosa del mismo nombre a la cual estaba consagrada.





Fue construida en el año 575 a.C. por Nabucodonosor II en el lado norte de la ciudad. La Puerta de Istar contaba originariamente con dos esfinges dentro del arco de la puerta, que se han perdido hoy en día.

Esta puerta, arcada o entrada llevaba al corazón de la legendaria ciudad de Babilonia. Construida en el año 575 a.C, pues tal es su esplendor, su belleza atemporal y su magnífico diseño y complejidad. Es prácticamente toda de lapislázuli, lo que le da ese espectacular y bellísimo color azul, aunque cuando la miras de cerca puedes ver, como ves en una nube de verano, otros colores por los materiales que la conforman, así como los dibujos de animales y adornos que hacen de ella algo único, especialmente teniendo en cuenta su antigüedad.
La Puerta de Istar dominaba la ancha avenida procesional que estaba bordeada por templos y palacios y que conducía a la ciudad interior y a la Torre de Babel (el más famoso de todos los zigurats de la antigua Mesopotamia).


Los restos de la puerta original fueron descubiertos en Babilonia durante las campañas arqueológicas alemanas de 1,902 a 1,914. La mayoría se trasladó a Alemania, donde se reconstruyó la puerta en el Museo de Pérgamo de Berlín, en 1,930, que sigue actualmente en exposición.


La Torre de Babel.
Es una construcción mencionada en el antiguo Testamento. Según el Génesis, los hombres pretendían, con la construcción de esta torre, alcanzar el Cielo. De hecho, en los registros sumerios aparece mencionada como Kadingira, que es el equivalente sumerio del acadio Babilum.


Nimrod, quien fue el primero en hacerse rey después del Diluvio, y a quien la Biblia identifica como un poderoso cazador opuesto a Yahveh, es señalado como el verdadero gestor de la idea de llevar a cabo esta enorme empresa. Otros creen ver en este vigoroso cazador la figura del dios asirio Ninurta, dios de la guerra y de la caza que, como Nemrod, se placía en cazar a sus enemigos.




Al no disponer de piedra para la construcción, se decidió fabricar ladrillos. Y como tampoco contaban con cal, usaron betún como argamasa. Se estima que la construcción más antigua de la «Casa de la Fundación del Cielo y de la Tierra» se construyó durante el III milenio antes de Cristo.
La base de esta torre habría sido un cuadrado de 92 m de lado, y su altura original habría sido aumentada en tiempos de Nabopolasar y Nabucodonosor II (605-592 a.C.), para hacerla una digna exponente de su poderío y grandeza. Cálculos basados en otras excavaciones arqueológicas determinaron que esta torre escalonada pudo haber tenido entre 60 y 90 m de altura.


El Zigurat de Babilonia.


Etemenanki (El templo de la creación del cielo y de la tierra), era el nombre de un zigurat dedicado a Marduk en la ciudad de Babilonia. El Etemenanki fue popularmente identificado con la Torre de Babel. Probablemente construida por Hammurabi hacia 1,792-1,750  a. C. La última fase de construcción consiste en un revestimiento de 15 m de ladrillo re-construido por el rey Nabucodonosor II. Los siete niveles alcanzan una altura de 91 metros coronado por un templo en la cima.




Un zigurat es un templo de la antigua Mesopotamia que tiene la forma de una torre o pirámide escalonada. Los zigurats no eran el lugar en que se realizaban actos públicos o ceremonias, sino que se les consideraba la morada de los dioses. Los sumerios los concibieron como un eje cósmico, un enlace vertical entre el cielo y la tierra, y entre la tierra y el mundo subterráneo, así como un enlace horizontal entre las diferentes tierras. Siete niveles representan los siete cielos o planos de la existencia, los siete planetas, los siete metales, cada uno de ellos asociado a su color correspondiente.


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