Las maravillas del mundo antiguo
Compilado y ordenado por el Dr. Fernando Durand Mejía de varias fuentes de la red
Las maravillas del mundo, eran un conjunto de obras arquitectónicas que los de la época helenística, consideraban dignas de ser visitadas, por ser para ellos insignes monumentos de la creación y el ingenio humano.
El concepto de las "Siete Maravillas" debió acuñarse a mediados del siglo III a. C.
Origen y problemas de la lista
La lista clásica se basa en un breve poema de Antípatro de Sidón hacia (125 a. C.) en el que el poeta alaba las Siete Maravillas del Mundo.
Esta lista originalmente mencionaba la Puerta de Ishtar en las murallas de Babilonia. En otros textos son las Murallas de Babilonia. Se habla de una octava maravilla del mundo: la Torre de Babel, el Zigurat de Babilonia; pero este edificio estaba en ruinas cuando llegaron los soldados de Alejandro Magno y la lista de maravillas data de años después.
Sin embargo, se conservan referencias de otras listas anteriores realizadas por el historiador Heródoto, o Filón de Bizancio.
Todas son construcciones humanas y que los griegos pudieran admirar. No se recoge ninguna maravilla natural ni ninguna ruina, por majestuosa que ésta fuera.
Las maravillas del mundo
Estas maravillas, ordenadas según la época de su construcción, son las siguientes:
La Gran Pirámide de Guiza (Egipto).
La Gran Pirámide de Guiza (Egipto).
Durante la cuarta dinastía, comenzaron a construirse pirámides en piedra y de caras rectas. La primera, fue mandada a construir por el faraón Snufui. Las más imponentes, debido a su gran tamaño, son el grupo de pirámides ubicadas en Gizeh o Giza, cerca de Menfis. El faraón Kheops (nombre griego de Jufui o Khufu, quien era el sucesor de Snufui), ordenó la construcción de una gran pirámide, a fin de que sirviera como sepulcro para él y la reina. La obra fue encargada al arquitecto Hemiunu, terminada alrededor del año 2,570 a.C..
La Gran Pirámide, como también se le conoce, medía aproximadamente 146 metros de altura y 230 metros de lado en su base, teniendo un grado de inclinación de 51º. Para su construcción se emplearon 2.300.000 bloques de piedra de 2,5 toneladas en promedio, aunque algunos de ellos llegan a pesar hasta sesenta toneladas. Originalmente estaba recubierta por unos 27,000 bloques de piedra caliza blanca, pulidos, de varias toneladas cada uno. Mantuvo este aspecto hasta principios del siglo XIV, cuando un terremoto desprendió parte del revestimiento calizo.
La Gran pirámide ocupa una extensión de 5,3 hectáreas de terreno perfectamente nivelado, y sus caras se encuentran orientadas a los puntos cardinales con un margen de error de una décima de grado. La relación entre las diferentes dimensiones de la Gran Pirámide, ha dado mucho que hablar, dando lugar a especulaciones místicas. Su transporte a la zona de construcción se realizaba sobre rodillos de madera. Una vez allí, el problema es llevarlas al lugar donde se va a emplazar. Las primeras hiladas no representan gran inconveniente; los problemas surgen en la medida que la construcción gana en altura.
La imponente pirámide, fue construida con elementos muy rudimentarios. Es notorio que tenían elementos de nivelación (probablemente de agua) e instrumentos de alineación.
En el interior de la pirámide, fueron construidas dos cámaras, una llamada cámara del rey, de forma rectangular construida con paredes de granito liso, sin ninguna clase de decoración con techo a dos aguas (para evitar el derrumbamiento debido al peso de la construcción del resto de la pirámide), que posee en su interior un gran sarcófago de granito tallado sin tapa, que debió haber sido instalado allí durante la construcción, ya que es más ancho que la galería de entrada. La otra cámara es la llamada cámara de la reina, también es rectangular con paredes de granito liso y sin decoraciones, también con techo de lozas de granito dispuesto a dos aguas, de tamaño menor que la cámara del rey. Ambas cámaras tienen como entrada sendos pasadizos que comunican a la Gran Galería, que comunicaba con el exterior de la Gran Pirámide.
Los jardines estaban situados junto al palacio del Rey, precisamente al lado del río, para que los viajeros los pudieran contemplar ya que el acceso estaba prohibido al pueblo. Desde la más alta de las terrazas se situaba un depósito de agua desde el cual corrían varios arroyos.
Alejandro Magno ordenó su reconstrucción, culminada tras su muerte en el año 323 a.C. El templo fue ornamentado con numerosas obras aportadas por todo el mundo griego, incluyendo un retrato pintado por Apeles (el más famoso pintor griego) de Alejandro Magno.
El templo mantuvo su esplendor por varios siglos. Sin embargo, durante la dominación romana, una invasión de los godos en el año 262 de nuestra era acabó con el incendio del templo. Como por aquella época la mayoría de la población profesaba el cristianismo, el templo no fue reconstruido y los restos del templo se derribaron para reutilizar sus materiales en otras construcciones.
Medía aproximadamente doce metros de alto. Fidias emplea la técnica crisoelefantina, consistente en cincelar sobre marfil y añadir por encima oro, representando la carne y las vestiduras del personaje. Y además de todo esto, el trono está adornado por diversas pinturas. Fidias empleará más de un año en llevar a cabo la estatua, lo cual nos da idea de su gran tamaño y de su detalle y calidad. La estatua ocupaba la totalidad del ancho del pasillo del templo construido para albergarla.
La estatua de Zeus se encontraba sentado en un trono de madera de ébano, marfil, oro y adornado con piedras preciosas. Este trono se encontraba además decorado con diversos relieves referentes a la mitología griega. Una túnica o manto de oro caía sobre las piernas de Zeus que lo tapaban parcialmente. Su cabeza tenía rizos y la mirada del padre de los dioses se dirigía hacia abajo en actitud de mirar a los fieles que se encontraban a sus pies. Sobre la cabeza disponía de una corona de olivo, en la mano izquierda sostenía una pequeña figura de una "niké" (diosa de la victoria), en alusión a los ganadores de los Juegos Olímpicos y en su mano derecha sostenía un cetro rematado por la figura de un águila, su emblema personal.
Desapareció entre el 393 d.C, año en que el emperador Teodosio el Grande prohibió el culto pagano, y el año 426 d.C, en que Teodosio II ordenó la demolición de los monumentos de Olimpia. Otros dicen que la estatua fue destruida en los terremotos que pusieron fin al templo en el siglo VI d.C. o que un coleccionista la llevo a Constantinopla.
La imponente pirámide, fue construida con elementos muy rudimentarios. Es notorio que tenían elementos de nivelación (probablemente de agua) e instrumentos de alineación.
En el interior de la pirámide, fueron construidas dos cámaras, una llamada cámara del rey, de forma rectangular construida con paredes de granito liso, sin ninguna clase de decoración con techo a dos aguas (para evitar el derrumbamiento debido al peso de la construcción del resto de la pirámide), que posee en su interior un gran sarcófago de granito tallado sin tapa, que debió haber sido instalado allí durante la construcción, ya que es más ancho que la galería de entrada. La otra cámara es la llamada cámara de la reina, también es rectangular con paredes de granito liso y sin decoraciones, también con techo de lozas de granito dispuesto a dos aguas, de tamaño menor que la cámara del rey. Ambas cámaras tienen como entrada sendos pasadizos que comunican a la Gran Galería, que comunicaba con el exterior de la Gran Pirámide.
Mucho de misterio conserva este espectacular monumento de la Edad Antigua. Aún hoy, en un mundo lleno de grandes obras arquitectónicas, su esplendorosa sencillez continúa atrapando a los visitantes, estimulando su sensibilidad y la imaginación. Y la única aún en pié, 4.500 años después continúa siendo la mayor edificación construida en piedra.
Cámaras y pasajes interiores
1. Acceso original, en la cara norte, actualmente obstruido
2. Acceso actual, ordenado abrir por Al-Mamun
3. Bloques de granito, sellando el acceso al pasaje superior
4. Pasaje que comunica con la Cámara subterránea
5. Cámara subterránea
6. Pasaje de acceso a la Gran galería
7. Cámara de la reina
8. Pasaje que comunica con la Cámara de la reina
9. Gran galería
10. Cámara del rey y cámaras de descarga
11. Antecámara
12. Pasaje perforado que comunica con la Gran Galería y la Cámara subterránea
Los Jardines Colgantes de Babilonia (actual Irak). Construidos a las orillas del río Éufrates por Nabucodonosor II rey de los caldeos entre los años 605 a.C. al 562 a.C., quiso hacer a su esposa Amytis, hija del rey de los medos, un regalo que demostrara su amor por ella y le recordara las hermosas montañas de su florida tierra, tan diferentes de las grandes llanuras de Babilonia.
Los jardines estaban situados junto al palacio del Rey, precisamente al lado del río, para que los viajeros los pudieran contemplar ya que el acceso estaba prohibido al pueblo. Desde la más alta de las terrazas se situaba un depósito de agua desde el cual corrían varios arroyos.
“Éste consta de terrazas abovedadas alzadas unas sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos. Éstas son ahuecadas y rellenas con tierra para permitir la plantación de árboles de gran tamaño. Los pilares, las bóvedas, y las terrazas están construidos con ladrillo cocido y asfalto. El ascenso a la terraza superior se hace mediante unas escaleras, y junto a ellas se encuentran las bombas mediante las cuales personas expresamente designadas, están continuamente empleados en elevar el agua desde el Éufrates hasta el jardín.”
Perduraron hasta no más allá del año 126 a.C., cuando la ciudad fue destruida definitivamente por el rey de los Partos: Evemero.
El templo fue diseñado por el arquitecto griego Quersifrón y construido alrededor del año 550 a. C. a expensas de Creso, el poderoso rey de Lidia su construcción duró unos 120 años; fue terminado por Metágenes, hijo de Quersifrón, con ayuda de Teodoro, el arquitecto del Hereo de Samos.
Según Plinio, el templo está construido mayoritariamente de mármol y cuenta con 127 columnas de 18 metros de altura. El templo habría medido 115 metros de largo por 55 metros de ancho. Al frente tenía una triple fila de ocho columnas, una hilera de nueve columnas en el fondo y 21 columnas a cada lado. El templo descansaba sobre una plataforma, a la que se subía por una escalinata circular de diez peldaños.
La altura total del templo llegaría a los 20 metros. Contra la costumbre de la época, el frente del templo estaba orientado hacia occidente.
El Templo de Artemisa o Diana en Éfeso (actual Turquía). Fue un templo ubicado en la ciudad de Éfeso, Turquía, dedicado a la diosa Artemisa, denominada Diana por los romanos. La primera construcción del templo data del siglo VIII a. C., y fue destruido por los cimerios.
El templo fue diseñado por el arquitecto griego Quersifrón y construido alrededor del año 550 a. C. a expensas de Creso, el poderoso rey de Lidia su construcción duró unos 120 años; fue terminado por Metágenes, hijo de Quersifrón, con ayuda de Teodoro, el arquitecto del Hereo de Samos.
Según Plinio, el templo está construido mayoritariamente de mármol y cuenta con 127 columnas de 18 metros de altura. El templo habría medido 115 metros de largo por 55 metros de ancho. Al frente tenía una triple fila de ocho columnas, una hilera de nueve columnas en el fondo y 21 columnas a cada lado. El templo descansaba sobre una plataforma, a la que se subía por una escalinata circular de diez peldaños.
La altura total del templo llegaría a los 20 metros. Contra la costumbre de la época, el frente del templo estaba orientado hacia occidente.
El templo albergaba varias obras de arte: esculturas de los renombrados Policleto, Fidias, Cresilas y Fradmon, pinturas, y columnas forradas de oro y plata.
El templo de Éfeso fue destruido por un incendio provocado por Eróstrato (un pastor loco) el 21 de julio del año 356 a.C., la noche que, se dice, nació Alejandro Magno. Según la historia, su único fin fue lograr fama a cualquier precio.
Alejandro Magno ordenó su reconstrucción, culminada tras su muerte en el año 323 a.C. El templo fue ornamentado con numerosas obras aportadas por todo el mundo griego, incluyendo un retrato pintado por Apeles (el más famoso pintor griego) de Alejandro Magno.
El templo mantuvo su esplendor por varios siglos. Sin embargo, durante la dominación romana, una invasión de los godos en el año 262 de nuestra era acabó con el incendio del templo. Como por aquella época la mayoría de la población profesaba el cristianismo, el templo no fue reconstruido y los restos del templo se derribaron para reutilizar sus materiales en otras construcciones.
La Estatua de Zeus en Olimpia (Grecia).
Esculpida hacia 430 a.C. por Fidias el escultor más grande del mundo griego. Ubicada en el interior del templo dedicado al propio Zeus en Olimpia.
Medía aproximadamente doce metros de alto. Fidias emplea la técnica crisoelefantina, consistente en cincelar sobre marfil y añadir por encima oro, representando la carne y las vestiduras del personaje. Y además de todo esto, el trono está adornado por diversas pinturas. Fidias empleará más de un año en llevar a cabo la estatua, lo cual nos da idea de su gran tamaño y de su detalle y calidad. La estatua ocupaba la totalidad del ancho del pasillo del templo construido para albergarla.
La estatua de Zeus se encontraba sentado en un trono de madera de ébano, marfil, oro y adornado con piedras preciosas. Este trono se encontraba además decorado con diversos relieves referentes a la mitología griega. Una túnica o manto de oro caía sobre las piernas de Zeus que lo tapaban parcialmente. Su cabeza tenía rizos y la mirada del padre de los dioses se dirigía hacia abajo en actitud de mirar a los fieles que se encontraban a sus pies. Sobre la cabeza disponía de una corona de olivo, en la mano izquierda sostenía una pequeña figura de una "niké" (diosa de la victoria), en alusión a los ganadores de los Juegos Olímpicos y en su mano derecha sostenía un cetro rematado por la figura de un águila, su emblema personal.
Desapareció entre el 393 d.C, año en que el emperador Teodosio el Grande prohibió el culto pagano, y el año 426 d.C, en que Teodosio II ordenó la demolición de los monumentos de Olimpia. Otros dicen que la estatua fue destruida en los terremotos que pusieron fin al templo en el siglo VI d.C. o que un coleccionista la llevo a Constantinopla.
Las únicas reproducciones conocidas del Zeus de Olimpia nos las dan las monedas, más bien medallas conmemorativas, acuñadas en Elis en época de Adriano, en una de cuyas caras aparece Zeus entronizado y en la otra el detalle de la cabeza. interés especial de la reproducción de la cabeza con su noble porte y su peinado de rizos que cuelgan a ambos lados.
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