El andrógino es un criatura prodigiosa que posee ambos sexos y es uno de los mitos más antiguos y extendidos, símbolo del amor, el matrimonio y el alma gemela que representa la reunión de los principios masculinos y femeninos. Alude a la superación de la unidad incompleta que sólo se produce cuando se unen el hombre y la mujer, lo que les permite convertirse en un ser completo. Se trata de un mito y de una imagen que aparece en monumentos egipcios, que fue trabajada por Platón y Aristóteles y que también se hace presente (a modo de deidad) entre los chinos y los austrialanos.
En la alquimia, el andrógino se representa como un personaje con dos cabezas que lleva con frecuencia la palabra rebis ("cosa doble").
Unión de los opuestos.
Hombre y mujer = Sol y luna
Andrógino con una Y.
Andrógino bebiendo en copas.
Andrógino purificándose con agua.
Andrógino pisando la luna, con un ave y 3 serpientes, sin alas.
Andrógino pisando la luna, con un ave y 3 serpientes,
con alas de ave
Andrógino pisando la luna, con un ave y 3 serpientes, con alas.
Andrógino pisando la luna, con un ave y 3 serpientes, con alas.
Andrógino pisando al dragón, con espada, corona y ala de murciélago
Andrógino pisando al dragón, con espada, corona y ala de murciélago
Andrógino pisando al dragón, con espada, corona y ala de murciélago
Andrógino pisando al dragón, con espada, corona y ala de murciélago
Andrógino pisando al dragón, con espada, corona y ala de murciélago
Andrógino pisando al dragón, con un cisne y ala de murciélago
Andrógino pisando al dragón, con un cisne y ala de murciélago
Andrógino coronado con estrella, dragón y alas de murciélago
Andrógino coronado con estrella, dragón y alas de murciélago
Andrógino gemelar, corona, conejo y ave gigante
Andrógino con planetas, sol y luna, pisando al dragón y esfera del mundo
Hermafrodita muerto purificando con el fuego.
Hermafrodita = Unión de Hermes (Mercurio) y Afrodita (Azufre)
Hermes siempre triunfante y vencedor contra el mal.
Aquí lo importante para nosotros es el significado espiritual que contenga y son las referencias divino simbólicas que enseñen algo y estas son en referencia a una unidad trina y de los orígenes de la creación, la quimera de abajo también toma referencia con un dragón como se ve en otras imágenes simbólicas distintas, en ese caso el andrógino lo estaría sometiendo, y el gallo es la representación del hijo de DIOS, tiene una cresta roja como corona, es de muchos colores como la coloración de la obra, es muy generativo y hace producir los huevos primordiales, canta anunciando nuevo mediodía. nueva tarde y nuevo día tiene espolones de dominio, y es alado o espiritual.
¿Sabéis que es un símbolo?. Cada uno puede dar la interpretación de acuerdo a sus conocimientos, a su grado de evolución. Las trece caras viene a ser los siete planos de evolución, los siete chacras, los siete grados Iniciáticos, los siete planos que representan los 10 sephirots de la Kaballah; la serpiente esta en la mano izquierda, simboliza el conocimiento, la fuerza del kundalini que esta enrollada en su receptáculo en el perineo entre el sexo y zona anal, y en la mano izquierda porque es la polaridad pasiva receptora , que recibe el conocimiento; la mano derecha simboliza al Maestro que es el que da y porta el conocimiento que tiene; las tres serpientes simbolizan al Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Triunidad: Brahma, Vishnu y Shiva, o sea la trilogía trinitaria en todas las tradiciones, Vida, Forma y Pensamiento en estas tres nominaciones para la Era de Acuarius. El Cáliz que porta en la mano y están las tres serpientes, es el Santo Grial lo inalcanzable, simboliza la Eternidad más allá de todas las manifestaciones espirituales y de todas las tradiciones, o también puede simbolizar el ánfora que porta Ganimedes, como símbolo de Acuarius, la Era que trae la Síntesis de todos lo conocimiento y la Unicidad de todas las tradiciones para dos mil años aproximadamente. Habría que observar las alas con nueve plumas en el ala derecha, y siete en el lado izquierdo (para nosotros la zona derecha es la izquierda de la figura, y la izquierda corresponde a la derecha), puede simbolizar el inicio y fin de los ciclos, todo tiene un principio y un fin en el mundo fenomenal, nacimiento y muerte, 7 y 9, y las alas simbolizan la alquimia, el fuego transformador; la materia que se espiritualiza en el águila; el escorpión que escapa al símbolo de la serpiente que se arrastra, dualidad de este signo escorpiano, subir a los cielos, los tres colores de la figura humana, son los colores esenciales, simboliza también la Trinidad en los colores, rojo azul y amarillo, la cabeza tiene dos rostros de hombre, el cuerpo es de mujer, como interpretaríamos esto, intentare interpretarlo por la situación de los centro nervo-fluidicos en el cuerpo, los chakras, hasta el cuarto, corresponde al dominio del Iniciado de los cuatro planos, tierra, agua, fuego y aire: primero y segundo chakra en las glándulas suprarrenales, el tercero, en el timo, el cuarto Chakra, que corresponde al Gurú, al cuarto chakra situado en el corazón, el quinto ya corresponde a la glándula tiroides situado en la garganta, el sexto a la pineal y séptimo a la pituitaria, o sea los tres de la cabeza son planos que están fuera ya de este mundo, es el Adam Kadmon el Hombre Primordial, y en este caso Hombre no corresponde al hombre humano, sino a Adam antes de la creación de la mujer, al plano Crístico, y por último la corona viene a ser el Símbolo de la Unidad de todas las cosas, es la Manifestación de Dios, es el séptimo chakra, es el Tao, el Yug, el plano que corresponde al estado Crístico. El cuervo que se ve, simboliza al mundo, al caos, a la ignorancia, ya que porta una máscara que le tapa los ojos. Todo esto son conocimientos de la Tradición Iniciática.
Chakras y energías internas.
Chakras y desarrollo del ser interior.
Dios creó en un principio a Rebis, que era hermafrodita y perfecto, a su imagen y semejanza, y era un ser muy poderoso. Y era idéntico a Dios, porque así lo había creado éste. Pero una vez lo hubo creado no le gustó que hubiese otro ser tan poderoso como él. Así que se arrepintió, y decidió dividir a Rebis en dos sexos: dos seres que, independientemente, eran más débiles que el Rebis original, e imperfectos, pero como contrapartida podían reproducirse y aumentar la especie. Lo hizo porque sabía que dividiéndolo, lo debilitaría. Pero quedó en ellos un recuerdo de su esencia anterior, de su perfección perdida, una reminiscencia de su pasado de esplendor cuando eran el Rebis, y por eso surgió en ellos el deseo de superarse, y por eso el ser humano nunca se queda conforme sino que siempre intenta ir más allá, mejorar, y elevarse.
Cuando Dios se dio cuenta de este deseo de superación, se enfureció contra ellos, porque comprendió que el fin último que buscaban era ser como él (de nuevo), y los expulsó de su morada- el paraíso. Y los condenó a sufrir.
Según esta leyenda, Rebis es el ser que era Adán antes de que a partir de él formase Dios a Eva. Porque cuando todavía no le había sido sacada la "costilla", Adán no era propiamente un hombre, puesto que llevaba en su interior a la mujer. Es la misma historia que cuenta el génesis, pero interpretada de modo que muestra a Dios como egoísta y rencoroso, temeroso del poder de los hombres, cercano a ellos en lugar de lejano y superior, y explica que el ser humano en su afán de superación, puede llegar a superar a Dios.
Al contrario de esta leyenda, la Biblia no indica que Adán fuera hermafrodito, sino un hombre. Tampoco era un ser poderoso a la manera de Dios, sino una criatura inferior, creado a imagen y semejanza de Dios; o sea, reflejando sus cualidades espirituales fundamentales, pero en un grado menor. Las cualidades fundamentales de Dios son: Amor, Justicia, Sabiduría y Poder. El hombre perfecto, antes del pecado, refleja esas cualidades divinas en un grado muchísimo menor que el de la Divinidad. Dios es una persona, en la quinta acepción de ser inteligente. De los seres no espirituales el hombre es el único que puede ser calificado de persona. En la primera acepción persona es sinónimo de hombre. Como Dios es un Espíritu, es invisible. Tanto la palabra hebrea ruach, como la griega pneuma se refieren al espíritu y al viento, pues dan a entender una fuerza invisible, pero cuyos efectos se perciben. Por este motivo la semejanza entre Adán y Dios debe ser en espíritu, o sea, en lo que no se ve. Sin embargo, es notable que la palabra hebrea que se utiliza para nombrar a la mujer significa literalmente "hombre femenino". Esto no significa un apoyo a la condición hermafrodita de Adán sino, posiblemente, un caso análogo a jirafa macho y jirafa hembra.
Otro hecho notable es que la última costilla, de la que el relato bíblico dice que fue sacada Eva, es el único hueso del cuerpo humano que se regenera totalmente si queda un residuo de periostio.
Según dos investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Gilbert y Zevit, 2001), más probablemente no se trató de una costilla de Adán (ya que a los seres humanos actuales no les falta una costilla) sino el hueso báculo del varón, que actualmente se puede encontrar en todas las especies animales, menos en el homo sápiens.
Origen de la leyenda
Los alquimistas pueden ser considerados los científicos de la Edad Media. Buscaban la piedra filosofal, capaz de transformar el hierro en oro, sanar cualquier enfermedad y proporcionar la inmortalidad. Estudiaban también el movimiento de los astros, convencidos de que determinaba el devenir de las vidas particulares y de las naciones, y que era posible leer en él el futuro. Sin embargo, estas ideas pueden verse en contradicción con el cristianismo, que como es bien sabido condenaba cualquier manifestación pagana, por lo que los alquimistas cifraban sus textos escribiendo en un lenguaje ininteligible para quien no fuera alquimista. Los alquimistas mantenían una posición ambigua respecto al cristianismo, y tenían su propia interpretación y leyendas paralelas a la Biblia. El rebis es una de estas leyendas/ídolos/deidades. Puede considerarse un dios pagano o un concepto filosófico.
Rebis aparece en el Tratado de Azoth, de Basilio Valentín, 1659. Proviene del latín res bina, o sea, ‘cosa doble’ o ‘hecho doble’ (así como res non verba significa ‘hechos, no palabras’). Es un símbolo tardío y "cristianizado". Se refiere a la composición de la materia para la Gran Obra, una sustancia doble, unión de una fija y otra volátil.
La alquimia adoptó una simbología "cristiana" ante el poder avasallador de la Iglesia de Roma y para evitar persecuciones. Antiguamente los símbolos alquímicos eran totalmente diferentes (leones, águilas). También la alquimia primitiva era completamente operativa. Con esto se quiere significar que buscaba convertir todas las sustancias viles en oro o plata, especialmente el plomo, y una sustancia que prolongaba la vida. Posteriormente se incluyó la filosofía de que el mismo alquimista mutaba a un estado superior y se asignó un significado espiritual a lo que era la práctica.
En la imagen que precede se observa al ser hermafrodita, pues tiene propiedades duales, y con doble corona, indicando que es la materia que será coronada al final del proceso con las siete coronas. Siempre el príncipe, el rey o la reina simbolizan a la materia prima en estado inicial. Cristo en forma de recién nacido también adopta el mismo simbolismo de materia prima sin procesar, tiene naturaleza real, pero todavía no alcanza su reinado.
La alquimia puede ser considerada una doctrina secreta. El adepto jura por su vida y por su honor no divulgar jamás lo que le es revelado. Por lo tanto, toda descripción seria de la actividad, realizada por una persona realmente empapada del conocimiento preciso será obscura, cargada de símbolos e inaccesible al profano y una explicación suministrada por alguien que no conoce la verdad será falsa o incompleta. Por definición, no podemos acceder a lo secreto, porque dejaría de serlo. Y si ese acceso se logra, no será sin un compromiso previo, con lo que el secreto se mantiene fuera del alcance del vulgo. Un secreto no equivale a ignorancia, es impropio hablar de los secretos del universo, queriendo decir con ello lo que se ignora del mismo, lo que todos desconocen. Un secreto es un conocimiento guardado por unos pocos que no quieren que todos se enteren; si ese secreto está resguardado por una maraña de símbolos y pistas falsas, la única manera de llegar a él es formando parte del selecto grupo y es este último quien se reserva el derecho de admisión. Algunos dicen que solamente once personas llegan al conocimiento cada siglo.
La alquimia o la actividad alquímica de una persona, para decirlo mejor, comienza con una peregrinación. El aspirante debe encontrar las claves y a quien quiera dárselas, a quien lo considere digno de recibir tales honores y altas responsabilidades. La alquimia no se aprende en lugares señalados con carteles o donde se cobre una cuota de admisión. Allí solamente uno se puede informar de todo un simbolismo que no comprenderá de la manera adecuada, pero que puede ser la base de una investigación profunda que lleve a la verdad, si la hay. Por supuesto, ante lo que no es posible conocer cabalmente sin realizar un esfuerzo extraordinario que implica un cambio de vida, siempre existirá la actitud cómoda del escéptico, del racionalista por omisión. Lo que no puedo entender o clasificar, no existe o es una patraña. Refuerzan esta postura la pléyade de oportunistas y timadores que utilizan lo desconocido para vivir sin trabajar.
El REBIS o cualquier otro concepto alquímico no es más que una alegoría, un símbolo. Como en la matemática el símbolo es diferente a lo simbolizado y puede variar en tanto cumpla su función. Los caracteres "1" y "2", no son los números 1 y 2; podrían ser reemplazados por cualquier otra notación conveniente, como "*" y "**", respectivamente. El símbolo no es el concepto ni el objeto en cuestión. Los libros de alquimia se parecen en cierta medida a las tablas de logaritmos o a la guía telefónica, contienen datos útiles para quienes saben cómo usarlas y qué buscar, pero nunca conocimientos fundamentales. Estos se pasan de boca ha oído, previo juramento.
Cuando Dios se dio cuenta de este deseo de superación, se enfureció contra ellos, porque comprendió que el fin último que buscaban era ser como él (de nuevo), y los expulsó de su morada- el paraíso. Y los condenó a sufrir.
Según esta leyenda, Rebis es el ser que era Adán antes de que a partir de él formase Dios a Eva. Porque cuando todavía no le había sido sacada la "costilla", Adán no era propiamente un hombre, puesto que llevaba en su interior a la mujer. Es la misma historia que cuenta el génesis, pero interpretada de modo que muestra a Dios como egoísta y rencoroso, temeroso del poder de los hombres, cercano a ellos en lugar de lejano y superior, y explica que el ser humano en su afán de superación, puede llegar a superar a Dios.
Al contrario de esta leyenda, la Biblia no indica que Adán fuera hermafrodito, sino un hombre. Tampoco era un ser poderoso a la manera de Dios, sino una criatura inferior, creado a imagen y semejanza de Dios; o sea, reflejando sus cualidades espirituales fundamentales, pero en un grado menor. Las cualidades fundamentales de Dios son: Amor, Justicia, Sabiduría y Poder. El hombre perfecto, antes del pecado, refleja esas cualidades divinas en un grado muchísimo menor que el de la Divinidad. Dios es una persona, en la quinta acepción de ser inteligente. De los seres no espirituales el hombre es el único que puede ser calificado de persona. En la primera acepción persona es sinónimo de hombre. Como Dios es un Espíritu, es invisible. Tanto la palabra hebrea ruach, como la griega pneuma se refieren al espíritu y al viento, pues dan a entender una fuerza invisible, pero cuyos efectos se perciben. Por este motivo la semejanza entre Adán y Dios debe ser en espíritu, o sea, en lo que no se ve. Sin embargo, es notable que la palabra hebrea que se utiliza para nombrar a la mujer significa literalmente "hombre femenino". Esto no significa un apoyo a la condición hermafrodita de Adán sino, posiblemente, un caso análogo a jirafa macho y jirafa hembra.
Otro hecho notable es que la última costilla, de la que el relato bíblico dice que fue sacada Eva, es el único hueso del cuerpo humano que se regenera totalmente si queda un residuo de periostio.
Según dos investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Gilbert y Zevit, 2001), más probablemente no se trató de una costilla de Adán (ya que a los seres humanos actuales no les falta una costilla) sino el hueso báculo del varón, que actualmente se puede encontrar en todas las especies animales, menos en el homo sápiens.
Origen de la leyenda
Los alquimistas pueden ser considerados los científicos de la Edad Media. Buscaban la piedra filosofal, capaz de transformar el hierro en oro, sanar cualquier enfermedad y proporcionar la inmortalidad. Estudiaban también el movimiento de los astros, convencidos de que determinaba el devenir de las vidas particulares y de las naciones, y que era posible leer en él el futuro. Sin embargo, estas ideas pueden verse en contradicción con el cristianismo, que como es bien sabido condenaba cualquier manifestación pagana, por lo que los alquimistas cifraban sus textos escribiendo en un lenguaje ininteligible para quien no fuera alquimista. Los alquimistas mantenían una posición ambigua respecto al cristianismo, y tenían su propia interpretación y leyendas paralelas a la Biblia. El rebis es una de estas leyendas/ídolos/deidades. Puede considerarse un dios pagano o un concepto filosófico.
Rebis aparece en el Tratado de Azoth, de Basilio Valentín, 1659. Proviene del latín res bina, o sea, ‘cosa doble’ o ‘hecho doble’ (así como res non verba significa ‘hechos, no palabras’). Es un símbolo tardío y "cristianizado". Se refiere a la composición de la materia para la Gran Obra, una sustancia doble, unión de una fija y otra volátil.
La alquimia adoptó una simbología "cristiana" ante el poder avasallador de la Iglesia de Roma y para evitar persecuciones. Antiguamente los símbolos alquímicos eran totalmente diferentes (leones, águilas). También la alquimia primitiva era completamente operativa. Con esto se quiere significar que buscaba convertir todas las sustancias viles en oro o plata, especialmente el plomo, y una sustancia que prolongaba la vida. Posteriormente se incluyó la filosofía de que el mismo alquimista mutaba a un estado superior y se asignó un significado espiritual a lo que era la práctica.
En la imagen que precede se observa al ser hermafrodita, pues tiene propiedades duales, y con doble corona, indicando que es la materia que será coronada al final del proceso con las siete coronas. Siempre el príncipe, el rey o la reina simbolizan a la materia prima en estado inicial. Cristo en forma de recién nacido también adopta el mismo simbolismo de materia prima sin procesar, tiene naturaleza real, pero todavía no alcanza su reinado.
La alquimia puede ser considerada una doctrina secreta. El adepto jura por su vida y por su honor no divulgar jamás lo que le es revelado. Por lo tanto, toda descripción seria de la actividad, realizada por una persona realmente empapada del conocimiento preciso será obscura, cargada de símbolos e inaccesible al profano y una explicación suministrada por alguien que no conoce la verdad será falsa o incompleta. Por definición, no podemos acceder a lo secreto, porque dejaría de serlo. Y si ese acceso se logra, no será sin un compromiso previo, con lo que el secreto se mantiene fuera del alcance del vulgo. Un secreto no equivale a ignorancia, es impropio hablar de los secretos del universo, queriendo decir con ello lo que se ignora del mismo, lo que todos desconocen. Un secreto es un conocimiento guardado por unos pocos que no quieren que todos se enteren; si ese secreto está resguardado por una maraña de símbolos y pistas falsas, la única manera de llegar a él es formando parte del selecto grupo y es este último quien se reserva el derecho de admisión. Algunos dicen que solamente once personas llegan al conocimiento cada siglo.
La alquimia o la actividad alquímica de una persona, para decirlo mejor, comienza con una peregrinación. El aspirante debe encontrar las claves y a quien quiera dárselas, a quien lo considere digno de recibir tales honores y altas responsabilidades. La alquimia no se aprende en lugares señalados con carteles o donde se cobre una cuota de admisión. Allí solamente uno se puede informar de todo un simbolismo que no comprenderá de la manera adecuada, pero que puede ser la base de una investigación profunda que lleve a la verdad, si la hay. Por supuesto, ante lo que no es posible conocer cabalmente sin realizar un esfuerzo extraordinario que implica un cambio de vida, siempre existirá la actitud cómoda del escéptico, del racionalista por omisión. Lo que no puedo entender o clasificar, no existe o es una patraña. Refuerzan esta postura la pléyade de oportunistas y timadores que utilizan lo desconocido para vivir sin trabajar.
El REBIS o cualquier otro concepto alquímico no es más que una alegoría, un símbolo. Como en la matemática el símbolo es diferente a lo simbolizado y puede variar en tanto cumpla su función. Los caracteres "1" y "2", no son los números 1 y 2; podrían ser reemplazados por cualquier otra notación conveniente, como "*" y "**", respectivamente. El símbolo no es el concepto ni el objeto en cuestión. Los libros de alquimia se parecen en cierta medida a las tablas de logaritmos o a la guía telefónica, contienen datos útiles para quienes saben cómo usarlas y qué buscar, pero nunca conocimientos fundamentales. Estos se pasan de boca ha oído, previo juramento.
Muy interesante. Gracias por este trabajo tan de minorías.
ResponderEliminarSaludos
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