29 mayo 2011

MACHU PICCHU - MARAVILLA MUNDIAL CONSTRUIDA POR PACHACUTEC

(Trabajo compilado y estructurado por el Dr. Fernando Durand Mejía, alcalde del distrito limeño de San Luis año 2003-2010.)

Maravilla del mundo construida por Pachacutec Inca


Primera foto de Machu Picchu



AÑO 5,000 a.C.

Se encuentran en el Valle del Rio Urubamba pre-cerámicos que corresponden a los Hombres de Yauri y Chumbivilcas con una edad aproximada de 5 mil años a.C ; a los pastores de Canas en Chawaytiri y a los Hombres de Qorqa, dedicados a la granja y pastoreo.
En el período Formativo, la ciudad comenzó a ser habitada desde el Valle de Watanay o Valle del Cusco.
AÑO 1,000 a.C.
En el período sedentario, hacia 1000 años a.C., Marcavalle fue el lugar elegido para establecerse. Las evidencias arqueológicas indican que la agricultura se practica en la región desde al menos el 760 a. C
AÑO 750 d.C.
Establecimiento Huari en 750 d.C

AÑO 900 d.C.
Durante el Horizonte Medio (900 d. C. - 1200 d. C.).

Habitaron en la región del Cusco muchos pueblos o naciones a cuya cerámica se le dio, primeramente, el nombre de Lucre y, posteriormente, el de Quilque.




AÑO 1170 d.C.
Los quechuas, cuyo soberano era el Inca, no habrían sido originarios del Cusco sino que habrían llegado a la zona recién alrededor del año 1200 d.C. Su presencia motivó luchas y alianzas con otros pueblos, finalmente establecieron un dominio indiscutible en el valle al que siguió, una continua expansión a otras zonas del área andina.

El origen de los incas
La leyenda de los hermanos Áyar

Sostiene que los hermanos Áyar fueron ocho – cuatro parejas - y que surgieron de una de las tres cavernas del cerro Tamputoco, situado inmediatamente al sur de Pacaritambo, cerca de la actual ciudad de Paruro. La caverna de la que salieron los Áyar era la Capactoco, que se
hallaba entre las otras dos -Marastoco y Sutictoco-, de las que salieron los pueblos Mara y Tampu, respectivamente.

Los hermanos Ayar y sus esposas.
 
Las parejas que constituyeron los ocho hermanos Áyar fueron las siguientes:

-
Áyar Manco y Mama Ocllo.
- Áyar Auca y Mama Huaco.
- Áyar Cachi y Mama Ipacura.
- Áyar Uchu y Mama Rahua
.

Los Áyar, comandados por Áyar Manco y acompañados por diez ayllus -cinco Hanan y cinco Hurin-, partieron hacia el norte en busca de una tierra que fuera adecuada para cultivar y habitar, la cual sería identificada por ellos al hundirse en su suelo una barreta de oro. Pero, a poco de haber emprendido el camino, decidieron desprenderse de Áyar Cachi, motivados por la fortaleza y peligrosidad que había demostrado. Entonces, con engaños, lo encerraron para siempre en la caverna Capactoco.
 
Después de un largo peregrinaje, que duró alrededor de 20 años y en el que acamparon en varios lugares, los hermanos Áyar arribaron al monte Huanacaure, en las proximidades y al sureste de la actual ciudad del Cusco.


Los Áyar, dado lo apropiado del paraje, acordaron establecerse provisionalmente en él, y, para sacralizarlo y ligarlo permanente e indisolublemente a los incas, acordaron que Áyar Uchu se convirtiera en huaca. Así, este hermano se transformó en una huaca de piedra, que tomó el nombre de Huanacaure y se constituyó en el objeto central del culto allí prestado.

Manco Capac Inca

Los incas se dedicaron entonces a recorrer los alrededores en busca de la tierra feraz que constituía la finalidad de su peregrinación. En esta búsqueda exploraron terrenos cercanos a Colcabamba y llegaron hasta la campiña de Huaynapata, cerca del curacazgo de los Saño y también del de los Hualla. Este último, como hemos mencionado anteriormente, tenía por jefe a Apo Quiano y por sede el poblado de Pachatusan.

En Huaynapata la barreta de oro arrojada por Áyar Manco
-según algunos por Mama Huaco- se hundió plenamente, lo cual demostró la calidad cultivable de su suelo y provocó la decisión de los incas de apropiarse del lugar.
 
Poco después, mientras contemplaba desde la cima del monte Huanacaure el conjunto de Acamama, Áyar Manco, a quien el espíritu de Áyar Uchu le había comunicado que su padre, el Sol, había dispuesto tomara el nombre de Manco Cápac, le indicó a Áyar Auca, que gozaba de la facultad de volar, se trasladara donde actualmente se encuentra el Coricancha y se instalara en él. Cuando así lo hizo este último hermano, también se convirtió en piedra y tomó simbólicamente el lugar, lo que estimuló a Manco Cápac a emprender las acciones bélicas definitivas para apoderarse materialmente del Cusco.

Es posible que Manco Cápac haya fundado y luego gobernado el Cusco entre los años 1,198 y 1,228 d.C.



AÑO 1200-1440

Período Intermedio Tardío (1200 d. C.-1440 d. C.).

Cultura Quilque que se desarrolló a lo largo de la región cusqueña. El nivel de desarrollo de esta cultura no debe de haber sido muy alto, puesto que los restos de ceramios y construcciones hallados en el valle son bastante pobres, tanto en su calidad artística como en su calidad tecnológica. Esta cultura, suponemos, fue fruto de culturas Qotocalli y Lucre, sus inmediatas antecesoras.


AÑO 1300-1440
Antes de la fundación del Tawantinsuyu por Pachacútec el año 1450, el valle de Urubamba (llamado por ese entonces Tampu = posada) estaba habitado por pequeños curacazgos.

Para los Incas el valle de Urubamba es la entrada a la selva, el antisuyu, la amazonia.
El río que lo forma tuvo por nombre antiguo Willka Mayu o Río del Sol, y el nevado de cuyos deshielos nace era llamado Willkan Uta o Casa del Sol. Este valle estuvo íntimamente ligado con el culto solar, ya que la palabra Willka es la de tal dios, palabra que antecede en uso al ahora más popular Inti.
A la llegada de los primeros incas, varios de los pueblos del valle conformaban curacazgos, constituidos por uno o más ayllus, que parecen haber estado estructurados en confederaciones o ser parte de un pequeño estado regido por un Cápac curaca o jefe poderoso.

Las naciones que ocuparon el
sector central de la zona alta del valle fueron originalmente los Hualla, los Sahuasira y los Antasaya, a los que después se unieron los Humanamean, los Alcaviza y los Copalimayta.

Los pueblos que se asentaron en los alrededores
al noreste fueron los Poque, los Lare y los Huayllacan; en el sureste los Saño, los Quispicanchi, los Lucre, los Muyna, los Huaro y los Urcos; en el suroeste los Masca, los Chilque y los Papri; en el noroeste los Mayu, los Zanan, los Chinchaypuquio y los Rímac tampu.

Los Pinahua y los Ayarmaca eran señoríos independientes o, más probablemente, sayas de un mismo reino. Los Pinahua ocuparon el área comprendida entre Quiquijana y Rajchi, una marca de 35 km extendida a lo largo del posterior camino incaico al Collasuyo, en el sureste.
Los Ayarmaca habitaron dos áreas distintas una de ellas, limítrofe con el señorío de los Pinahua, se extendía desde Urcostambo hasta Quiquijana, también a lo largo del camino al Collasuyo; la otra comprendía principalmente las pampas de Anta o de Jaquijahuana sobre el posterior camino incaico al Chinchaysuyo, en el noroeste.
La ubicación y extensión de los ayarmaca refuerza nuestra suposición de que las dos naciones mencionadas constituían un solo Estado ayarmaca, cuyo Cápac Apu era Tocay Cápac y Pinahua Cápac el otro miembro de la diarquía.
Los ayarmaca aparecen mencionados en diferentes crónicas del siglo XVI como antagonistas de los incas en el período anterior al ascenso de Pachacútec.

AÑO 1438-1471

Pachacutec conquistador y estadista

Pachacútec (Pachakutiq; "El que cambia el rumbo de la tierra" ) fue el noveno gobernante del estado Inca, de la dinastía Hanan Cusco de la poderosa panaca Hatun Ayllu; y quien lo convirtió de un simple curacazgo a un gran imperio: el Tawantinsuyo; fue el primer Inca en salir más allá del valle del Cusco, luego de su épica victoria sobre los Chancas (1438).

Parte de sus amplias conquistas incluyó el valle de Tampu, que, a pesar de estar habitada por esa nación, hermana del Cusco, no se libro de su férreo dominio.

Picchu fue mandada a construir por Pachacutec para ser la más bella del Tawantinsuyu.

PACHACUTEC INCA

AÑO 1450
Pero la construcción de Machu Picchu recién comenzó en torno a 1450, cuando Pachacútec, el primer emperador inca, se quedó maravillado con el paisaje y mandó hacer una especie de residencia real; y a la vez un lugar destinado a la crianza de vírgenes, mujeres destinadas exclusivamente al soberano, llamada Casa de las Escogidas.

Como era habitual en el imperio, se construyó también un observatorio astronómico, hallado prácticamente intacto por la expedición de Bingham.

Prodigio de arquitectura, ingeniería y urbanismo medieval, Machu Picchu llegó a albergar, según los expertos, entre 300 y mil habitantes. La leyenda dice que los incas decidieron criar allí, escondido entre el exuberante paisaje, a Túpac Amaru I, el último emperador del imperio en desgracia.

Picchu 0 Pijchu (nombre original de Machu Picchu) fue una de estas llactas (lugares para las élites), pero retuvo para sí un papel especial. Es la única alejada del Capac Ñan (Camino Inca) y fue construido en un lugar recóndito e inexpugnable del valle de Tampu, en tierras de la panaca de Pachacutec.

Fue la más bella del imperio porque fue construida para ser el refugio y morada de lo más selecto de la aristocracia en caso de un sorpresivo ataque. Los caminos que conducían a Picchu eran prohibidos para el común de la población, pues era su ubicación un secreto militar. Los profundos barrancos y agrestes montañas son la mejor defensa natural.
Como toda llacta importante, no dejaron de estar presentes en Picchu un Acllawasi ("casa de las escogidas"), un intiwatana (reloj solar, que marca las estaciones del año), kallancas (galpones para los guerreros), baños y acueductos, así como amplias áreas con andenerías.

RELOJ  SOLAR


ANDENERIAS

CASA DE LAS ESCOGIDAS - VIRGENES DEL SOL


KORICANCHA
Finalmente Picchu cumplió con la razón para la que fue construida. Sirvió como refugio a una parte de la aristocracia (en especial de las Acllas - mujeres escogidas para servir al dios sol-) después de la conquista española del Cusco en 1532.
Al estar (como ya se dijo) alejado de toda ruta y no ser un centro productor, no recibió el embate directo y destructivo de los nuevos conquistadores.
A la captura del último Inca rebelde: Túpac Amaru I, debió ser abandonada, pues ya no había razón para seguir viviendo en ella.

Pachacutec guerrero.
Descripción de Picchu
Está ubicada a 130 kilómetros al nor-oeste del Cusco, en la provincia de Urubamba, en la cresta del cerro Machu Picchu.
Los arqueólogos han dividido Picchu en 3 grandes sectores:
(1) Barrio Sagrado, incluye el Intiwatana, el Templo del Sol y la Habitación de las Tres Ventanas,
(2) Barrio de los Sacerdotes y la Nobleza (zona residencial),
(3) Barrio Popular, en la parte sur de la ciudad, donde se encuentran las viviendas de la población común. Todas las edificaciones en Picchu siguen el clásico estilo arquitectónico inca: construcciones con muros de sillares pulidos de forma regular, junturas perfectas entre los bloques de piedra y un ligero talud o inclinación, haciendo que la base sobresalga ligeramente con respecto a su remate. Vanos siempre trapezoidales y uso de hornacinas y esculpidos como ornamentos arquitectónicos.

Picchu puede ser conocida, también, como la ciudad de los andenes, las escalinatas y fuentes de agua. De las primeras, se pueden contar más de un ciento, algunas de las cuales con cien peldaños o más. En algunos casos la escalinata de ocho o diez peldaños ha sido esculpida íntegramente en un solo bloque de roca de granito. En toda el área de Picchu abundan los estanques y fuentes de agua llamadas "pacchas", labradas en piedra e interconectadas por canales y desagües perforados en la roca.

Hornacinas trapezoidales


Canalización del Agua

AÑO 1471
El inca Pachacútec muere en 1471, lo sucede su hijo Túpac Yupanqui (1471 a 1493) y luego Huayna Capac (1493.1525).
AÑO 1533-1534
Se efectúa la conquista del Cusco por los españoles el 15 noviembre de 1533.
El 23 de marzo de 1534, Francisco Pizarro realiza la fundación española de la ciudad del Cuzco con el título de La Muy Noble y Gran Ciudad de Cuzco. Se hizo el acta de fundación y se repartió entre los españoles solares, tierras e indios.
Sirvió este valle como refugio y última morada de los Incas de Vilcabamba, que resistieron  por algunas décadas someterse al poder español, luego de la conquista del Cusco.
AÑO 1536
La resistencia inca contra los españoles dirigida por Manco Inca en 1536 convocó a los nobles de las regiones cercanas a integrar su corte en el exilio de Vilcabamba, y es muy probable que los principales nobles de Picchu hayan abandonado entonces la ciudad. Documentos de la época indican que la región estaba llena de "despoblados" en ese tiempo.

Picchu habría seguido habitada y el registro de su existencia como lo prueba que fuera considerada una población tributaria de la encomienda española de Ollantaytambo de un tal Arias de Maldonado.

Eso no necesariamente significa que los españoles visitaran Machu Picchu con frecuencia; de hecho, sabemos que el tributo de Picchu era entregado a los españoles una vez por año en el pueblo de Ollantaytambo, y no "recogido" localmente. De todas maneras, está claro que los españoles sabían del lugar, aunque no hay indicios de que apreciasen su importancia pasada.  
AÑO 1537
En 1537, la “provincia de Vilcabamba” entra dramática en la historia épica del Perú, al convertirse por su imponente geografía de contrastes y su ubicación estratégica, en el reducto de la guerra de reconquista Inca, luz y esperanza de la libertad Inca hasta 1572 (35 años de resistencia).
AÑO 1545
Manco Inca es asesinado este año.
AÑO 1566
En Acobamba - como está indicado el 24 de agosto de 1566- se suscribió la “Capitulación” que establecía la “Paz perpetua” entre la Corte de Vilcabamba y el gobierno español.
AÑO 1568-1570
Los documentos coloniales incluso mencionan el nombre de quien era curaca (acaso el último) de Machu Picchu en 1568: Juan Mácora. Que se llame "Juan" indica que había sido, al menos nominalmente, bautizado, y, por tanto, sometido a la influencia española.

Otro documento indica que el Inca Titu Cusi Yupanqui, que reinaba entonces en Vilcabamba, pidió que frailes agustinos acudieran a evangelizar "Piocho" hacia 1570. No se conoce ningún lugar de la zona que se oiga parecido a "Piocho" que no sea "Piccho" o "Picchu", lo que hace suponer a Lumbreras que los famosos "extirpadores de idolatrías" podrían haber llegado al sitio y haber tenido que ver con la destrucción e ncendio del Torreón del Templo del Sol.
AÑO 1572
Destruida la resistencia Inca, la región de Vilcabamba se convirtió en una gobernación española con su capital, el pueblo de San Francisco de la Victoria de Vilcabamba, fundado el 4 de setiembre de 1572 por Martín Hurtado de Arbieto, ante la mirada taciturna de Thupa Amaro I y sus capitanes que iban prisioneros a la ciudad del Cusco .
Año fatídico en que el Perú perdió su soberanía política, con la ocupación de la ciudad de Vilcabamba el 24 de junio y la decapitación de Thupa Amaro I - el último de nuestros incas.
AÑO 1867
Las recientes indagaciones del norteamericano, Paolo Greer, revelarían que 44 años antes que Hiram Birgham, un empresario alemán de nombre Augusto Berns, llegó al Cusco en 1867 para realizar diversos trabajos para talar árboles y fabricar traviesas para la construcción de una vía ferroviaria en el Cusco, y se encontró con lo que luego serían los restos arqueológicos de esta ciudadela Inca.
En esa época el comerciante compró cerca de 45 kilómetros de tierra frente a Machu Picchu con el fin de vender durmientes, que son maderos usados entonces para unir los rieles de las vías del tren. Fue en esta deforestación que pudo hallar la ciudadela de Machu Picchu quedándose a explorarla durante tres años.

Entre 1867 y 1870 exploró Machu Picchu y descubrió varias estructuras subterráneas selladas. Antes de planear, con apoyo gubernamental, la forma de saquear el lugar, Berns predijo que estas estructuras «contendrían sin duda objetos de gran valor»: los «tesoros de los incas».

Hacia 1870 ya había realizado una exploración preliminar de Machu Picchu. Más tarde, como el ejército chileno había ocupado gran parte de Perú durante la guerra del Pacífico de 1879-83, Berns se trasladó durante un tiempo a Panamá y puso en marcha una empresa peruana, registrada en Estados Unidos, denominada Compañía Minera de Minas Incas de Oro y Plata, para explotar los presuntos "tesoros" que albergaban.

De acuerdo a esta fuente, entre 1867 y 1870 y con la venía del gobierno de José Balta, la compañía habría operado en la zona y luego vendido "todo lo que encontró" a coleccionistas europeos y norteamericanos.
 
Regresó en 1880 con un plan destinado a aprovechar lo más que pudo del oro y las ingentes cantidades arqueológicas que había hallado tiempo atrás en el Cusco, aquel tesoro Inca del que sólo él conocía su paradero.

Fue entonces cuando fundó una nueva empresa la “
Compañía Anónima Explotadora de las Huacas del Inca”, una empresa que tuvo el único fin extraer los recursos arqueológicos de Machu Picchu para luego venderlos a precio de reliquia al extranjero.

El pacto vergonzoso con el gobierno.
Es en este punto cuando se revelan los hechos indignantes, Greer revela en su estudio que el gobierno peruano apoyó de manera desmedida el proyecto (o negocio) de Berns beneficiando incluso económicamente a muchos de sus más importantes miembros incluyendo a un ex presidente de la República.

En un convenio, que hoy resulta vergonzoso, el Estado se comprometió a permitirle al comerciantes alemán extraer, sustraer o exportar, todo el material arqueológico que llegara a encontrar durante sus excavaciones, en tanto que Berns, se comprometía a entregarle al gobierno, el 10% de las ventas que podría obtener con las ventas de las reliquias.

El socio Ricardo Palma
Sin embargo, por si esto no fuera poco, las indagaciones de este equipo llegó a más, y logró determinar que lejos del gobierno hubo alrededor de este hecho reconocidas y destacadas figuras de la intelectualidad limeña y cusqueña de la época involucradas. Uno de estos personajes es el llamado tradicionalista Don Ricardo Palma.

Al respecto nos dice Greer:
“Hay muchos datos de la compañía con muchos socios limeños, cusqueños y también unos extranjeros que ya estaban aquí. Uno de ellos es Ricardo Palma, esto está casi confirmado, si bien Ricardo Palma nunca fue a Machu Picchu, él era el director de la Biblioteca Nacional y lo hizo ayudando al presidente del Perú sobre temas de historia por eso fue considerado como un socio”.

Así también colaboraron con la empresa diversos intelectuales incluidos un reconocido profesor de patología de una universidad limeña que incluso llego a ser el vicepresidente de la misma.

Las huellas pérdidas del saqueo
Si bien es cierto, hasta el momento se ha encontrado una lista de 57 nombres de diversas nacionalidades y que probablemente habrían sido clientes de Berns, las investigaciones no han podido determinar la cantidad o tipo de objetos que fueron extraídas de Machu Picchu debido a que el Perú nunca le pidió al alemán realizar si quiera una lista oficial de los objetos que sustraía de sus excavaciones. Asimismo se desconoce el monto económico final que logró el comerciante alemán a través de los años.
La investigación, a la que también participó el historiador peruano, Carlos Carcelén, el arqueólogo francés Alain Gioda, y el historiador británico Alex Chepstow-Lusty, comenzó con el hallazgo de un mapa alemán del siglo XIX en los archivos de la Biblioteca Nacional de Lima y que ya incluía entre sus descripciones la ubicación exacta del referido santuario.
Asimismo el equipo logró encontrar diversas pruebas entre ellas documentos y testimonios históricos que reflejarían los oscuros tratos que existieron detrás de este hallazgo teniendo como único fin, el enriquecimiento personal de los implicados, incluidos entre ellos, altos miembros del gobierno del Perú.
Lo cierto es que es en esos momentos cuando los mapas de prospecciones mineras empiezan a mencionar Machu Picchu.


AÑO 1870
Así, en 1870, el norteamericano Harry Singer coloca por primera vez en un mapa la ubicación del Cerro Machu Picchu y se refiere al Huayna Picchu como "Punta Huaca del Inca".

El nombre revela una inédita relación entre los incas y la montaña e incluso sugiere un carácter religioso (una huaca en los Andes Antiguos era un lugar sagrado).
AÑO 1874
Un segundo mapa de 1874, elaborado por el alemán Herman Gohring, menciona y ubica en su sitio exacto ambas montañas.

Expedición de Herman Gohring y Baltazar La Torre


AÑO 1880
Un dato a tomar en cuenta es el libro escrito por el austo-frances Charles Wiener Mahler  en 1880: "Pérou et Bolivie. Récit de Voyage, survi d'etudes archaéologiques et etnográfhiques et des notes sur l'escriture el las lengues des population indiennes", en donde consigna un mapa con los topónimos de Machu Picchu y Huayna Picchu.
El explorador Charles Wiener confirma la existencia de restos arqueológicos en el lugar (afirma "se me habló de otras ciudades, de Huayna Picchu y de Machu Picchu"), aunque no puede llegar al emplazamiento.

En cualquier caso está claro que la existencia de la presunta "ciudad perdida" no se había olvidado, como se creía hasta hace algunos años

AÑO 1894
Existen informaciones que sugieren que Agustín Lizárraga ya había visitado Machu Picchu en compañía de Luis Béjar Ugarte en 1894. Lizárraga les mostraba las construcciones a los "visitantes", aunque la naturaleza de sus actividades no ha sido hasta hoy investigada.



Agustín Lizarraga

AÑO 1902
Antes que él siempre subían, y aún vivieron ahí, muchas personas, que cultivaban calabazas, yucas, camotes, caña de azúcar y maíz, en los andenes o terrazas incas.

El 14 de julio de 1902, nueve años antes que el explorador norteamericano Hiram Bingham llegara a las ruinas de Machu Picchu, éstas ya habían sido descubiertas por el hacendado cusqueño Agustín Lizárraga Ruíz, Gabino Sánchez vecino de Caicai, Justo A. Ochoa y el señor Enrique Palma.
Pero carecía de apoyo y no estaba vinculado a los círculos científicos y académicos, de ahí que organizó una expedición a la que integró a sus amigos, la cual financió con su propio dinero.
Para dejar constancia de su descubrimiento, Lizárraga tomó un trozo de carbón y trazó sobre una de las piedras del Templo de las Tres Ventanas una inscripción que decía: "Agustín Lizárraga – 14 de julio 1902 – para la posteridad".


Enrique Palma

Hiram Bingham encontró el graffiti en 1911 como él mismo lo reconoce en su libro escrito en 1922. Luis Cossío lo vio personalmente en 1912.

Posteriormente sería borrado por Bingham por obvios fines de conservación, aunque hay quienes con suspicacia sugieren que simplemente quiso eliminar a Lizárraga de la historia, quedando él solo como único "descubridor".

La figura de Lizárraga, sin embargo, fue olvidada, relegada o dejada de lado aún por aquellos historiadores que sabían de su papel precursor en el descubrimiento de Machu Picchu.

La recuperación de Lizárraga recién empieza, ha trascendido los claustros de la universidad cusqueña y al menos por ahora dos historiadoras han recogido su aventura precursora en obras de valiosa consulta sobre Machu Picchu: Yasmina López Lenci y Mariana Mould de Pease.

El señor Enrique Palma nos dijo que en 1902 hallaron una cabuya, tan admirablemente conservada que la utilizó para sus menesteres de trabajo, junto a una momia que extrajeron de una excavación.

Machupiccho ha sido, pues, conocido de muchas personas, antes que fuera a visitarlo Bingham, aunque su celebridad actual la debamos a este infatigable viajero.

Uno de los depositarios de los testimonios de esta aventura histórica era José Gabriel Cosio, catedrático de la facultad de Letras de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, quien tiempo después sería designado representante del gobierno peruano en la expedición de Bingham.

Pero, irónicamente, tal como lo ha resaltado la historiadora Mould de Pease, el mejor y definitivo reconocimiento de Lizárraga ha llegado por el lado del mismo Bingham, cuyo tercer hijo, Alfred M. Bingham, publicó una biografía de su padre con datos reveladores sobre el descubrimiento de Machu Picchu.

En esa biografía, el autor narra que en una de las libretas de apuntes que su padre llevó en la expedición a las históricas ruinas incaicas, encontró anotadas unas líneas que decían: "Agustín Lizárraga es el descubridor de Machu Picchu y vive en el pueblo de San Miguel…".
Exactamente, Agustín Lizárraga vivía en el pueblo de San Miguel, donde era dueño de tierras, y de donde probablemente partió la expedición de julio de 1902 que le permitió descubrir antes que otros la histórica ciudadela incaica, a la cual envuelve aún una serie de enigmas no develados completamente.

La expedición se enfrentó machete en mano a una naturaleza amenazadora, llena de precipicios, acechada por el turbulento río Urubamba, todo lo cual hacía prácticamente inexpugnable la ciudadela real de los incas, tal como la habían planeado sus constructores.

Pero la expedición llegó a su objetivo y, tras desbrozar parte de la maleza, dio con el asombroso monumento arqueológico, una enorme construcción de piedra tallada en el abismo, donde Lizárraga escribió su nombre y la fecha del hallazgo.

Si en algo falló la expedición fue en no informar al Estado, a la prensa, a la Universidad y a la intelectualidad local sobre su descubrimiento. De esta aventura sólo se enteraron los pobladores de los pueblos de Mandor y San Miguel.
Según la historiadora Mould de Pease, pocos años después Lizárraga emprendió una nueva expedición para confirmar el descubrimiento de Machu Picchu, pero esta vez la suerte no estuvo de su parte y el explorador cayó al río Urubamba donde se ahogó y su cuerpo nunca fue hallado.

AÑO 1904
Uno de los acompañantes de la primera expedición de Lizárraga, Enrique Palma, integró en 1904 otra expedición de nueve personas (seis hombres y tres mujeres) que también llegó a las históricas ruinas y a quienes se puede considerar los primeros turistas de Machu Picchu, puesto que su viaje tuvo carácter de excursión, sin fines científicos.

 
Según el testimonio de Palma, recogido tiempo después por su hijo, el viaje fue difícil, pero no tanto como la primera vez, puesto que Lizárraga ya había trazado la ruta y en parte había desbrozado el camino.
Entre 1904 y 1905 Lizárraga llevó al impresionante lugar a José María Ochoa, hijo del dueño de la hacienda Qollpani.

AÑO 1909
En Julio de 1909 los hermanos Santander visitan Machu Picchu desde Calca, realizan una inscripción en la base del Templo del Sol.

El que lo visitó fue Antonio Diderico Santander Cascelli,  a los 14 años, cusqueño hijo de Celestino Santander Cabrera y Mercedes Cascelli Valenza, explorador desde muy pequeño, y su pequeño hermano Oscar (10 años).
Antonio Santander Cascelli

Oscar Santander Cascelli y Antonio.

AÑO 1906-1911
"El Redescubrimiento"
El 24 de julio de 1911 es conocido por ser la fecha del "descubrimiento" de Machu Picchu, por el aficionado a la arqueología y explorador norteamericano Hiram Bingham.


Hiram Bingham
Sin embargo, llegar a este día para su principal protagonistas no fue producto del azar. Años antes, Bingham se interesó en las leyendas tejidas en torno a la llacta de Vitcos o Viticos, el último refugio de los incas rebeldes a los españoles en la selva de Vilcabamba, narradas de forma épica por cronistas de esa época. El prefecto J.J. Nuñez y Carlos A. Romero ayudan a Hiram a ubicar Machu Picchu.
En 1906 realiza un viaje por la ruta Buenos Aires - Cusco, antiguo derrotero comercial durante la colonia. Llegando a esta última ciudad se reencuentra con su interés por la legendaria ciudad Inca (Vitcos) y el valle de Vilcabamba.
Emprende viaje a la ciudad de Abancay, entrada natural a esa parte de la selva donde supuestamente estaría Vitcos.
Allí es informado de la existencia de una ciudad perdida en el "monte" (selva escarpada). Emprende viaje, y los guías locales lo llevan a unas imponentes ruinas que ahora conocemos como Choquequirao.


Bingham no se dejó impresionar, la Vitcos de sus sueños debía ser más imponente aún. Regresa a los Estados Unidos, entusiasmado por el descubrimiento a reunir fondos para continuar con sus exploraciones, logrando conseguir el apoyo de la National Geografic Society y la universidad de Yale, además de dinero entregado por amigos y familiares.
Encontrar Victos ya no era solo un interés académico, era una empresa bien planificada.
En enero de 1911, el Sr. diputado, Braulio Polo y la Borda, propietario de la hacienda Echarati, en la localidad de Mandor, provincia de la Convención, departamento de Cusco, tiene como invitado en su casa al Sr. Alberto A. Giesecke, por entonces rector de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, a quien le cuenta que toda la zona estaba plagada de ruinas incas (una de ellas, era Machu Picchu).
Giesecke, conocedor del interés de Bingham, le escribe, desde su lecho de enfermo en Lima, contándole sobre este hecho.

El grupo expedicionario en 1911 con Hiram, se observa al Sargento Carrasco, traductor del arrendatario Melchor Arteaga. 


Hiram en la expedición 1911

En el lugar del redescubrimiento

En 1911 Bingham llega al valle de Vilcabamba, pasa por Mandor y contrata los servicios del guía local Melchor Arteaga  y acompañado por un sargento de la guardia civil peruana de apellido Carrasco. Encontraron a dos familias de campesinos viviendo allí: los Recharte y los Álvarez, quienes usaban los andenes del sur de las ruinas para cultivar y bebían el agua de un canal inca que aún funcionaba y que traía agua de un manantial.

Pablo Recharte de 11 años, uno de los niños de Machu Picchu, guió a Bingham hacia la "zona urbana" cubierta por la maleza.
El 24 de julio de 1911 llegan a la cima del cerro llamado Machu Picchu, donde está la fabulosa llacta inca de Picchu. Bingham la bautizó con el mismo nombre del cerro que la cobijaba y no tuvo dudas que ésta, si era la legendaria Vitcos. Al poco tiempo da cuenta de su descubrimiento.

Bingham también encontró una parte pintada en algunas rocas rasguñadas por los visitantes anteriores que inscribieron sus nombres. Uno de ellos era Antonio Raimondi, también se encuentra Sartiges Charles de Francfort, Los nombres de los hermanos Santander aun se pueden encontrar en las partes más inferiores del templo del sol (1909).

AÑO 1912
En enero de 1912 Bingham regresó por segunda vez a Machu Picchu, y en una de las paredes del templo de las Tres Ventanas encontró una inscripción hecha con carbón que decía: “Lizárraga, 14 de julio de 1902”. Las palabras habían sido escritas por un tal Agustín Lizárraga, quien había llegado a las ruinas nueve años antes.

Para fortuna de Bingham, Lizárraga había querido regresar al lugar de su descubrimiento, pero lo hizo en temporada de lluvias y terminó siendo arrastrado por las aguas turbulentas del Urubamba.
En un principio, Bingham le reconoció la autoría del descubrimiento al ignoto peruano. “Agustín Lizárraga es el descubridor de Machu Picchu y vive en el pueblo de San Miguel”, anotó en su libreta, según confirmó años después de su muerte su hijo Alfred M. Bingham. Pero con el paso de los años el estadounidense quitaría de sus textos toda referencia al primer occidental en poner pie en la ciudadela.

Con la venia del gobierno peruano, Hiram sintió que tenía las manos libres para regresar a Estados Unidos no sólo con una buena historia, sino con un auténtico tesoro. De las excavaciones que dirigía personalmente logró extraer cerca de 50 mil piezas incaicas.
Luego de este primer contacto con Machu Picchu, Bingham se comunica con Giesecke, quién cuenta el acontecimiento a José Gabriel Cosio, Secretario de la Universidad San Antonio Abad del Cusco y catedrático de la Facultad de Letras, quien le sugirió organizar una expedición comprobatoria.
Este último se contactó con Enrique Palma, el que le refirió haber visitado Machu Picchu 10 años antes (1902).
Apresuran los preparativos de la Expedición Universitaria cusqueña, partiendo con una comitiva compuesta, además de los organizadores José Gabriel Cosio secretario y Sr. Enrique Palma; por los hermanos Justo A. y Luis Ochoa, acompañados, entre otros, por el Dr. Alberto López Flores, quien años después fuera General de Sanidad, contando en ese entonces con doce años de edad.

Encabezados por el Dr. Cosio, salieron con rumbo a la hacienda Qollpani, en el Urubamba, cuyos co-propietarios eran los señores Ochoa. De allí se trasladaron al paraje conocido como playa San Miguel e iniciaron el ascenso a Machu Picchu en la mañana del 18 de enero 1912.
 
Desbrozando la maleza de uno de los muros pudieron comprobar la existencia de la inscripción dejada por Enrique Palma y otras tres personas en el año 1902.  Palma refirió que en aquella vez (1902) encontraron un arrendatario apellidado Meza cultivando en chacras y andenes del sitio arqueológico. Quien dijo pagar la suma de 12 Soles de Oro al propietario de la Hacienda Cutija.

En 1912 los arrendatarios de esas mismas tierras eran los Señores Melchor Arteaga y Agustín Lizárraga, siendo el primero el que guió a Bingham en 1911.

Dice Cosío: Cuando nos hallábamos contemplando la portada en enero de 1912, encontramos un indio que salía cargado de un gran bulto, de la galería, cuya entrada es aquella. Quedose asombrado al vernos en esas alturas, a las cuales rarísimas veces, según él, ascendía las gentes. Nos dijo que se llamaba Anacleto Álvarez y que hacía ocho años habita Machupiccho, cuyas tierras de labranza tenía a su cargo, pagando un canon de doce soles al año, y que cansado de la soledad de esos parajes se retiraba hacia San Miguel, que se halla en el camino a la Convención.

Bajando hacia la derecha observamos que de una choza de techos de paja salía un denso humo, y acercándonos hacia ella, nos encontramos con una puerta en forma de trapecio que daba acceso a una habitación donde se alberga la familia del indígena Álvarez.

La habitación referida es de tres metros de largo por dos de ancho: toda ella es construcción antigua, hecha con sillares de notable pulimento y muy semejante en sus detalles a la pared del callejón de Amaru Cancha en el Cuzco. Su morador para habitarla no ha tenido necesidad sino de ponerle un techo de pajas, y por la parte de atrás protegerla con una empalizada, para suplir la pared que falta.

En muchos lugares se notan vestigios de haberse hecho excavaciones, sin duda obsesionados por interés del oro que se cree existir oculto en esas regiones en proporciones fabulosas.

A fines de julio de 1912 y altamente motivados por los informes del Dr. Cosio, llegó a Machu Picchu una nueva expedición formada por una veintena de universitarios cusqueños, entre los que se cuenta el Rector Alberto A. Giesecke, Romualdo Aguilar, catedrático de Derecho Procesal y varios más entre profesores y alumnos.

Encontrado Machu Picchu, la Vitcos de sus sueños, Bingham contrata en los Estados Unidos a una plana de arqueólogos y antropólogos.  Así, con el ingeniero Ellwood Erdis, el osteólogo George Eaton, la participación directa de Toribio Recharte y Anacleto Álvarez y un grupo de anónimos trabajadores de la zona, Bingham dirigió trabajos arqueológicos en Machu Picchu en 1912 hasta 1915 período en el que se despejó la maleza y se excavaron tumbas incas en los extramuros de la ciudad.

El testimonio de Luis Rodríguez, quien trabajó en las investigaciones de 1911-1915 revela que durante los trabajos de excavación de Bingham se encontraron varios enlucidos rojos.

Es así que a fines de 1911 se produce un motín en el sureño puerto de Mollendo protestando por la salida del país del material arqueológico. En 1912 se repiten estos sucesos, incluyendo además a las ciudades de Puno, Arequipa y Mollendo.

Publicación de 1924 en Lima.

AÑO 1913
La "vida pública" de Machu Picchu empieza en 1913 con la publicación de todo ello en un artículo en la revista de la National Geographic.

 Con los auspicios del Gobierno del Perú de esos años, y dando clara muestra de su desinterés por el pasado incaico, dan permiso a la expedición de llevar a los Estados Unidos los objetos encontrados durante los trabajos de esa temporada.
Al momento de la expedición de Bingham, las ruinas eran parte de la hacienda Sillique, propiedad de la familia Nadal.
AÑO 1915
Finalmente, en 1915, se realizó la segunda expedición de la Universidad de Yale y la Sociedad Geográfica Nacional de Washington. Bingham estableció su cuartel general en Ollantaytambo y exploró las vías de acceso de Rosaspata en Vilcabamba. Las colecciones arqueológicas de las varias expediciones de Bingham están en el Museo Peabody de la Universidad de Yale.




 
AÑO 1924-1928
Entre 1924 y 1928 Martín Chambi y Juan Manuel Figueroa hicieron una serie de fotografías en Machu Picchu que fueron publicadas en diferentes revistas peruanas, masificando el interés local sobre las ruinas y convirtiéndolas en un símbolo nacional.

Fotografias de la recien redescubierta Machu Picchu.

Anfiteatro con microclimas y andenerías



Los estudios parecen indicar que estuvo habitado en su mayor parte por mujeres dado el porcentaje elevado de osamentadas halladas (de 135 esqueletos humanos 109 correspondían a mujeres).

AÑO 1948
Con el transcurrir de las décadas, y especialmente desde la apertura en 1948 de una vía carrozable que ascendía la cuesta de la montaña hasta las ruinas desde la estación de tren, Machu Picchu se convirtió en el principal destino turístico de Perú.

Durante los dos primeros tercios del siglo XX, sin embargo, el interés por su explotación turística fue mayor que el de conservación y estudio de las ruinas, lo que no impidió que algunos investigadores notables avanzaran en resolver los misterios de Machu Picchu, destacando especialmente los trabajos de la Viking Found dirigida por Paul Fejos sobre los sitios incas del entorno de Machu Picchu ("descubriendo" varios establecimientos del Camino Inca a Machu Picchu) y las investigaciones de Luis E. Valcárcel que relacionaron por primera vez al sitio con Pachacútec.

AÑO 1981
Santuario Histórico de Machu Picchu -uno de los principales íconos turísticos del Perú- como Área natural Protegida por el Estado desde el 8 de enero de 1981 mediante decreto supremo. El Santuario Histórico de Machu Picchu abarca una extensión de 32 592 hectáreas

AÑO 1983
Machu Picchu está en la Lista del Patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 1983, como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo la denominación de Santuario histórico de Machu Picchu.
AÑO 2006
El 20 de septiembre de 2006, y en el marco de la XXX Convención Panamericana de Ingenieros, se declaró a Machu Picchu (y al complejo inca de Tipón) Monumento Histórico de la
Ingeniería Civil
AÑO 2007
El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas maravillas del mundo en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal, luego de la participación de cien millones de votantes del mundo entero.

Cusco centro magnético de la Tierra
El Cusco, en donde se asentó el imperio incaico es, desde el siglo pasado, el Centro Magnético de la Tierra, hacia donde se ha desplazado la energía espiritual que por dos mil años estuvo en el Tíbet. Ahora el Cusco es el Centro Espiritual del Mundo por otros dos mil años, lo que hace del Perú un lugar privilegiado.




Esto es una gran trascendencia para nuestro país, porque toda la energía espiritual que durante siglos se encontraba en el Oriente, se ha trasladado al Perú, hacia donde se están dirigiendo los Grandes Maestros del Espiritualismo para recibir el Chorro Espiritual que antes estuvo en el Asia y ahora lo tenemos con nosotros.
Durante dos mil años el Tíbet en el Himalaya fue el Centro Magnético del Mundo. Hasta ahí se trasladaban fuerzas invisibles, vibraciones y fluidos espirituales de gran trascendencia para el mundo y que convirtieron al Tíbet en un lugar especial. Ahí estuvieron los Lamas con sus grandes conocimientos esotéricos. Posteriormente la Unión Soviética invadió al Tíbet. Entonces ese lugar ya dejaba de ser el Centro Espiritual del Mundo y como estaba previsto, el Centro Magnético de la Tierra se desplazó desde las altas cordilleras del Himalaya hasta el Cusco, la capital del antiguo imperio de los Incas y hacia Machu Picchu.

Rejillas de energía crística.

Este traslado ha sido un acontecimiento que ha marcado un hito sin precedentes en el planeta, ya que el mundo también ha ingresado en la Era de Acuario en donde todo se descubre, todo se aclara y será el tiempo en que el mundo ingresará a una etapa de paz y amor.
Ahora los Andes irradian poderosas vibraciones que estuvieron “dormidas” durante mucho tiempo. Y así como antes los ascetas y gurús viajaban al Himalaya, ahora lo están haciendo al Cusco para cargarse de energías positivas y fuerzas que sólo las captan seres sensitivos. No faltan tampoco los que van a tomar contacto con los Hermanos Mayores del Cosmos que viven alejados del mundo, internados en montañas inaccesibles.
Las nuevas irradiaciones Espirituales que están llegando al Cusco están despertado en la cordillera de los Andes “focos” fluídicos que se formaron hace 5,800 años, cuando floreció en los Andes una antiquísima civilización que apareció miles de años antes que surgiera el Imperio de los Incas. Estos “focos” de irradiaciones positivas han sido puestos en acción en esta época y sus benéficos efectos pronto se van a sentir en el mundo.
Luis Diaz de la organización “Gran Fraternidad Universal” de Lima, Perú, indica que el “Centro Magnético” es la conjunción de fuerzas físico-electromagnéticas de un conglomerado de moléculas que se posesionan en un determinado punto. Estos Centros Magnéticos son variables, de acuerdo a las Eras o Etapas por las que ha pasado el planeta. Ahora estas fuerzas guiadas por Mentes Superiores se han concentrado en los Andes y desde ahí comienzan a irradiar a todo el mundo sus benéficas vibraciones positivas.
Mistica y Simbolismo
Fernando y Edgar Elorrieta Salazar han realizado un trabajo, para descubrir porque los Incas construyeron sus templos en estos lugares elegidos.

Ligaron los muchos mitos y símbolos usados por la cultura Inca para explicar la posición de las muchas ciudades y templos fantásticos en el valle sagrado en el valle del Urubamba entre Cusco y Machu Picchu.

Dejaron un buen libro ilustrado "El valle sagrado del Incas, de los mitos y de los símbolos", publicados en Cusco en 1996. Vamos a llevar una mirada mas cercana a sus descubrimientos.








Los hermanos Salazar investigaron porque Machu Picchu fue construido en esta localización y llegaron a  descubrimientos revolucionarios.

Primero consideremos el ambiente geográfico conjuntamente con las muchas leyendas y tradiciones de los Incas.



Los Incas tenían  una visión cosmológica de la existencia según sus mitos y leyendas y en todo que consideran sagrado. Sagrado fue conectado con la palabra "Huaca" y tenía una gama de significados.

Una Huaca podría ser algo sagrado, un templo, consagrar el lugar, las cosas que parecen existir fuera de su orden natural, cosas notables debido a su belleza excepcional o excelencia o cosas que llegaron a ser sagradas ofreciendo sus energías naturales, como esculturas de seres humanos, de animales, etc.
Los Incas tenían además del significado de Huaca un significado paralelo, el Huauque o hermano. Por ejemplo, vieron el valle del Urubamba como zona de reflexión, el Mayu. La abundancia de elementos sagrados encontrados en Machu Picchu confirma la convicción que los Incas construyeron la ciudad sagrada como lugar del peregrinaje, un santuario.

Camino Inca

El rastro construido por los Incas, conocido como el camino Inca, era probablemente la orden cronológica seguida por el Incas antes de encontrar el lugar en donde construyeron Machu Picchu. Como una joya reclina esta ciudad en el centro de las cumbres circundantes y cercado por el Vilcanota que tuerce como serpiente enorme su manera alrededor del santuario al más rainforest tropical (vease el dibujo arriba).

El Machu Picchu (la montaña, la ciudad se sitúa en su pie) y el Huayna Picchu hace una primera correa alrededor de este lugar mágico. Las montañas más altas alrededor representan una segunda correa. El Inca creyó que este lugar fue elegido por el cosmos para construir la ciudad sagrada.


En el Inti Raymi (el 24 de junio) aparece un triangulo en dos círculos concéntricos tallados en el Intihuatana que señala al Machu Picchu (véase el cuadro, los círculos concéntricos son difíciles de considerar, sino de estar arriba en el lado derecho del triangulo).